La negociación del ERE arranca peor imposible: con la representación de los TCP en la mesa de negociación mutilada, gracias al rodillo de CCOO y UGT, que no dudaron en recurrir a sus delegados en tierra para acaparar la mayoría absoluta de la mesa unitaria, dejándonos fuera a SITCPLA, con la anuencia de los demás sindicatos.